Soy moderno...

... y me he comprado una cazadora de cuero.

Además, es muy calentita, para los paseos en invierno, pero lo fundamental es estar guapo.

Mi humana también tiene una, y dice que iremos "a juego". ¡¡Como si alguien fuera a mirarla a ella cuando va conmigo!!

¡Tengo una pelota nueva!

¡Hola!

Cuánto tiempo... primero hubo vacaciones, y luego me lesioné mi patita, y entre unas cosas y otras he descuidado el blog. Pero ya estoy bien y, para celebrarlo, me han dado una pelota nueva ¡que tiene luz! ¡brilla y se parpadea! No puedo dejar de jugar con ella... aunque ya esté agotado.

¡¡¡4 km!!!

¡He corrido 4 kms! ¡Sin parar! (Y no por falta de ganas,  es que mi humana tira de la correa y tengo que seguir su ritmo)
Y me he probado las zapatillas de mi humana. ¡Claro, así ya se puede! Están blanditas, y además no te quemas las patitas aunque haga calor... voy a ver si se las robo antes de la próxima carrera...

Estoy fresquito

He ido al estilista a que me cortara el pelo para no pasar calor. ¡Estoy tan, tan guapo! Mi humana dice que estoy para comerme, pero no creo que se anime a morderme. ¡Mis dientes son más grandes!

Me siento solo...

Mi humana me ha dicho que me preparara para dar un paseo. Y aquí estoy, con el collar y la correa... pero creo que ella se ha olvidado de mí. Hace por los menos dos minutos que estoy aquí, y ella aún no ha venido. ¿Se habrá olvidado de mi paseo?

¡Tengo cuatro años!

¡Es mi cumple! ¡Ya tengo cuatro añazos!
Mis otros humanos han venido a merendar, y me han traído regalitos, y una tarta. ¡Y le han puesto una velita!

Además mi humana me ha dado una comida especial. Quiero que sea mi cumple tooooooodos los días.

Soy deportista (2)

Mi humana y yo hemos decidido salir a correr. El primer día no entendía bien qué hacíamos - a veces andar y a veces correr, de repente dar la vuelta sin llegar a ningún sitio, correr aunque nadie nos persiga ni estemos persiguiendo a nadie.... pero ahora ¡me encanta!
Corro al lado de mi humana como un campeón. Bueno, la verdad es que podría dejarla atrás si quisiera, pero tampoco quiero que se frustre. Y, cuando llegamos a casa, toca estirar, para no tener agujetas al día siguiente.
¡Me voy a poner cachas!